No existen soluciones mágicas, pero la magia existe

Es curioso que muchas veces me he encontrado con personas que me contactan porque quieren que yo les diga qué hacer, o porque buscan una solución rápida y práctica a sus problemas, se podría decir que hay una búsqueda generalizada por soluciones mágicas que terminen con aquello que nos incomoda, con aquello que nos duele y con eso que ya no queremos que esté en nuestras vidas.

[Tweet «Sería muy fácil que todos nuestros problemas desaparecieran mágicamente, pero la realidad es que la conexión con la verdadera magia requiere de un enrome proceso de conexión profunda con el Universo.»]

La cuestión es que casi nunca hay una sola solución, casi nunca hay una solución mágica que se llevará definitivamente nuestros problemas porque todos los procesos de crecimiento que nos traen las dificultades, son justamente eso, proceso que tenemos que llevar a cabo, procesos de los cuales no nos podemos saltar ningún paso y procesos en los cuales tenemos que trabajar con constancia para empezar a ver los resultados.

Es tentador querer que todas las dificultades pasen rápido y no dejen huella, y si bien creo que vinimos a disfrutar de esta existencia, también creo que podemos aprender de esos momentos difíciles cuando nos empezamos a hacer responsables, cuando no depositamos la responsabilidad en asuntos externos o en los demás, cuando hacemos el verdadero proceso de mirar porqué se da esa situación, cómo encaja en nuestra vida, y qué está en nuestra manos para usarlo y crecer a partir de ahí.

Y sin embargo, a pesar de que no creo que existan las soluciones mágicas porque todo requiere un esfuerzo, nunca he dejado de creer en la magia ¿y porqué lo creo así? pues porque veo que la magia sucede todos los días para aquel que está alineado con el Universo, con la naturaleza, con un propósito de vida que abarca algo importante, porque la magia es real cuando no queremos controlar todo lo que hay a nuestro alrededor, sino que entendemos que hacemos parte integral de ese algo, también podemos ver la magia cuando encontramos ese basto mundo interno que nos lleva a conocernos y a ser mejores personas.

Hay magia en reconocer las heridas personales, en reconocer las fallas, en ver que todos los días se puede hacer algo para evolucionar, hay magia en reconocer que si bien muchas veces necesitamos ayuda y consejo, en nuestras manos está la llave para hacer los cambios necesarios que nos conducirán a ese camino en el cual podemos tener más herramientas para resolver las situaciones que se nos presenten.

No hay soluciones mágicas porque la magia ya está dentro de nosotros, y se accede a ella con la constancia, con hacernos responsables de nuestros actos, con humildad, con reconocer cuando necesitamos una mano pero no dejamos que esa mano nos haga todo el trabajo. La magia está a nuestra disposición cada vez que conectamos con la energía del Universo y permitimos que ella actúe a través de nosotros, y si bien es un proceso que aveces puede parecer más complejo de lo que parece, también es un proceso satisfactorio en el cual se ven los resultados cuando las cosas se hacen con el corazón.