Saliendo del clóset de las escobas
Todos tenemos ese ‘algo’ con lo cual nos identificamos por completo, eso que nos hace vibrar y nos gustaría que fuera parte constante de nuestra vida, pero también puede pasar que ya sea por circunstancias personales o incluso sociales no nos atrevemos a hacerlo público o a dejar que sea parte importante en nuestras vidas.
A mi me pasa con el Tarot y todos los temas que tiene que ver con la magia porque si bien han estado presentes desde hace muchísimo tiempo en mi vida, todavía hoy me cuesta revelar esa parte de mi públicamente. Con la danza y el diseño nunca ha habido problemas, en cualquier conversación puede surgir el hecho de que bailo, que dicto clases y hago talleres, también es fácil decir que estudié diseño y que me dedico al diseño web.
Pero todo cambia cuando hablo del Tarot
Me cuesta e incluso muchas veces lo escondo, tal vez este espacio es un intento de dejar eso atrás y enfrentar mis miedos porque en mi cabeza siempre aparecen mucha ideas como «¿Qué dirá X ó Y persona si se entera que leo el Tarot y me gusta?» o peor aún «¿Qué dirá si se entera que he empezado a hacer sesiones de lectura frecuentes?». Lo gracioso del asunto es que muchas veces mi referente son personas de mi pasado con las que ni me hablo, personas que ya ni están en mi vida y que finalmente no importa si se enteran o no porque las personas importantes saben quién soy y no lo cuestionan.
[Tweet «No siempre es fácil encontrar y aceptar el camino que lleva al cambio de conciencia.»]
Pero el miedo persiste, me cuesta hacer públicos eventos y sitios como este, también supongo que hay un componente social y más cuando una persona como yo, que se supone que es «estudiada» porque terminó una carrera y ha trabajado en ello profesionalmente, ahora se le da por vivir de «supersticiones» y «cuentos chinos». Desafortunadamente está muy arraigada la idea de que uno es inteligente si no cree en «esas cosas» y por eso durante mucho tiempo hubo una batalla interna en la cual o yo era una persona racional o una supersticiosa pero no había espacio para las dos.
Afortunadamente todo cambia
Y la vida me ha ido poniendo en un camino en el que todo es posible, en que entendí que soy una persona muy inteligente, racional y cuerda que igual ha encontrado en el Tarot, los cristales y otros sistemas de creencias un camino muy gratificante que me ha hecho crecer como persona. Claro, el miedo a veces persiste, la inseguridad del «qué dirán» aún hace presencia en algunas circunstancias pero al final es más fuerte el llamado a vivir de la forma que me gusta, de ser quien soy en realidad y de seguir mi propio camino.
Y en esas ando, decidí dar el paso final y «salir el clóset de las escobas» para aceptar que ¡sí! ¡por supuesto tengo mucho de ‘bruja’! y eso es maravilloso, porque ha sido gracias a eso que he descubierto mil posibilidades para ayudarme y ayudar a los demás, porque lo hago con amor, siguiendo mi corazón y en busca de un camino que va mucho más allá de lo que algunas personas puedan decir.
¿Y a ti te ha pasado algo parecido? ¡Cuéntame en los comentarios!