La Torre y sus enseñanzas
La Torre es una de esas cartas a las que muchas personas le temen cuando sale en una lectura de Tarot, de hecho al verla se siente toda la angustia de las personas cayendo, de la torre derribándose y del rayo que la golpea. No es una imagen fácil de ver porque nos recuerda que la vida también está llena de matices, que no todo es luz sino que también hay momentos de mucha oscuridad.
[Tweet «La Torre es una carta que nos habla de momentos difíciles, cambios abruptos que nos llevan a la luz»]
Hace muchos años tuve un momento muy difícil en el cual el dolor físico fue una constante por muchos meses, mi mundo se volvió gris, me era difícil disfrutar hasta de las cosas más pequeñas, no podía bailar, no podía moverme, ni siquiera podía hacer algo tan sencillo como dormir una noche completa, mi calidad de vida se deterioró mucho y no veía soluciones a la vista. Recuerdo que en ese momento me hicieron una lectura, salió la Torre y lo primero que pensé fue que esa torre destruida representaba lo que me estaba pasando, representaba esa columna vertebral que se estaba rompiendo.
En ese momento mi conocimiento del Tarot no era tan extenso pero con el pasar de los años empecé a entender que efectivamente ese momento había sido mi torre, ese momento en que todo cambia, en que todo se mueve, en que las estructuras de lo que creíamos ser se derrumban por completo para dar paso a algo completamente nuevo. Y esa es la idea de la Torre, destruir para volver a construir, tal vez en el momento se sienta como una gran pérdida, casi siempre se relaciona con momentos muy difíciles en la vida pero después de la Torre viene la Estrella, después de la destrucción viene la iluminación.
Esta es una carta de la cual he aprendido mucho, de hecho la semana pasada tuve de nuevo un atisbo de ella, el dolor volvió, hubo una noche en que no pude dormir y esa sensación de que la vida se vuelve oscura regresó de nuevo, pero esta vez recordé que ese rayo divino que derrumba las estructuras de nuestra vida también está ahí para indicarnos que hay que cambiar el curso. En esta oportunidad el dolor me recordó que debo tener perspectiva, que debo bajarle el ritmo, dedicarle más tiempo al descanso, hacer otras cosas diferentes y pedir ayuda cuando se necesita, fue un aviso que movió mi mundo un poco pero a la vez me dejó el mensaje de que después de la Torre siempre llega la luz.
¿Has vivido momentos parecidos la Torre? ¿QCómo ves esta carta? ¡Házmelo saber en los comentarios!
Imagen © Cuatro Lunas