Como mujer, quiero…

Hoy es el día internacional de la mujer, un día que siempre me ha puesto a reflexionar sobre lo que significa ser mujer en este mundo, pero hoy también quiero simplemente reflexionar acerca de todas esas cosas que vivo y que me gustaría experimentar en un mundo ideal donde como mujeres, simplemente seamos libres de ser.

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Como mujer, quiero que se respete la forma como educo a mi hijo, que entiendan también que las decisiones que he tomado para pasar más tiempo con él son válidas y no me hacen menos mujer o menos trabajadora.

También quiero que las mujeres que deciden no tener hijos sean respetadas, nuestro fin no es la procreación, no es nuestra realización máxima, es sólo una parte de nuestras vida que cada una debe ser libre de elegir a su manera y sin ser juzgada.

Como mujer, quiero poder llorar sin que los demás se sientan atacados, quiero poder sentir, ser libre de expresar mi mundo emocional sin que sea juzgado como debilidad o desequilibrio.

También quiero que se respete cualquier forma de expresión de las mujeres que dicen su verdad a su manera, así suene fuerte, así suene incómoda, así nos confronte duramente con nuestra propias verdades.

Como mujer, quiero también expresar mi sensualidad sin ser tachada de fácil. Si bailo danza árabe no es para darle gusto a alguien más, no es para volverme un objeto exótico o para ser criticada, lo hago porque la danza me da libertad.

También quiero que se respeten todas las formas de ser mujer, no se es más o menos mujer por tener una apariencia más o menos femenina, somos lo que somos y cada una tiene el derecho a expresar su individualidad desde el lugar en que se sienta más cómoda.

Como mujer, quiero que mis creencias sean respetadas, sí, amo el Tarot, los cristales, la astrología y eso no me hace supersticiosa ni menos inteligente, hace parte de mi ser al lado de mi parte racional, organizada y analítica, porque definitivamente ellas pueden coexistir en mi.

También quiero que se respete y valore a las mujeres que hacen ciencia, que están en la academia, a aquellas mujeres que con su conocimiento y su forma de pensar hacen grandes aportes al avance de la humanidad.

Como mujer, quiero poder salir a la calle sin tener miedo a que me toquen, me digan cosas que definitivamente no quiero oír o a ser agredida, yo también hago parte de esta sociedad y merezco ser respetada.

También quiero que todas podamos ser libres de vivir nuestras vidas sin que nos violenten en los espacios públicos y privados, que todas podamos sentirnos a salvo en cualquier lugar donde estemos.

Como mujer, quiero simplemente tener el cuerpo que tengo, que no me mencionen a cada rato cuanto he bajado o subido de peso o me tilden de algo que no soy sólo por lo que se ve en mi exterior.

También quiero que todas tengamos la libertad de vestirnos, arreglarnos y expresarnos como más nos guste sin que tengamos que ser objeto de juicio de los demás o dar explicaciones.

Como mujer, quiero una sociedad que valore mi trabajo, mis aportes y mi contribución a la construcción de los proyectos propios y de otros, quiero que no se tome ventaja sobre mi sólo porque mi carácter es conciliador, colaborador y receptivo.

También quiero que se nos respete en cualquier posición en la que nos encontremos y se retribuya económicamente con equidad porque así también podemos acceder a más oportunidades que nos hagan crecer y tener más independencia.

Como mujer, quiero un mundo en que todas seamos libres de simplemente ser, de expresar nuestra fuerza, nuestra debilidad, nuestro rico mundo interior que es complejo y sagrado. Quiero un mundo que nos respete, que nos entienda, que valore ese gran femenino que representamos y que es el que teje al mundo desde el interior.