Tu trabajo no es el problema
Pareciera que el consejo de moda es «deja tu trabajo, ve a viajar, emprende, has algo nuevo» y si bien ese puede ser el camino para muchos y yo misma he dado ese consejo algunas veces, la verdad es que se está saliendo un poco de las manos toda esta idealización de que sólo a través de dejar un trabajo se pueden cumplir los sueños, sobre todos los de realización espiritual.
Yo entiendo que hay trabajos estresantes, trabajos que de verdad son difíciles e incluso en los que uno siente que no tiene espacio para crecer, pero creo que satanizar un trabajo fijo no es una opción sana, cada cual tiene un camino diferente y conozco muchas personas con un «trabajo de oficina» que es feliz, que hace las cosas con una alegría enorme, de hecho en un banco cercano conozco una trabajadora que atiende con tanta alegría que es imposible no contagiarse.
Por otro lado y por diferentes circunstancias de la vida hay gente que simplemente no puede dejar su trabajo e irse a viajar o emprender un negocio por su cuenta porque sería una irresponsabilidad, pero el punto es que eso no las hace personitas tristes vestidas de gris sin aspiraciones en la vida, no significa que no estén viviendo al máximo.
El trabajo que tengas no es el problema de tu vida, el problema es lo que piensas de él, el problema es querer cumplir con unas expectativas impuestas por la visión de algunas personas. Dejar tu trabajo no necesariamente significa libertad y más si la libertad no viene desde tu propio ser, y más si lo haces por complacer unos estándares que pueden ser irreales o que están llenos de ideas del camino de otros.
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Cuando haces tu trabajo con amor, cuando lo agradeces y agradeces todo lo que le brinda a tu vida estás accediendo a la energía de tu espíritu, de hecho creo que una de las partes más espirituales de nuestra existencia está justamente en la labor que decidimos realizar. Cada trabajo es necesario para que todos funcionemos, cada trabajo es un servicio para los demás, no es más espiritual o mejor persona un yogui que un abogado, no si éste último ama su trabajo y lo hace con consciencia o si el primero sólo toma ese camino para «posar lo espiritual que es».
A veces la solución no necesariamente es dejar tu trabajo, porque puede que eso sea lo que viniste a hacer para ayudar a otros, a veces lo que se necesita es que cambies de perspectiva, que lo hagas de otra forma o en otro lugar, pero sobre todo que tengas el discernimiento suficiente para saber si de verdad no te gusta o te estás dejando influenciar por tu entorno.
Claro, es muy importante que busques lo que te hace feliz, y si definitivamente estás en un trabajo que objetivamente no te aporta nada no es necesario estar ahí y puedes buscar otras opciones, pero no salgas corriendo de tu propio camino sobre todo por lo que dicen los demás, sobre todo por vivir una vida de espejismos, no todo es tan glamuroso como lo pintan, si quieres tener tu propio negocio también tienes que trabajar, incluso más que en un trabajo de oficina, si quieres viajar también tienes que ponerle bastante esfuerzo, ahorrar, planificar, y definitivamente si quieres aportarle algo verdadero al mundo tienes que ponerle el corazón y toda tu energía en ello.