Aquello que no se ve
En estos días de redes sociales, de compra de seguidores, de técnicas de publicidad que te pueden vender cualquier cosa maquillada es muy fácil empaquetar la espiritualidad y venderla, es muy fácil copiar al otro y vender una idea como tuya, incluso es fácil tener éxito con ello, pero al final en el largo plazo las cosas terminan cayendo por su propio peso porque nadie puede ser tan consistente y mantener una fachada por tanto tiempo.
[Tweet «Para que algo crezca debe partir de un lugar auténtico, tiene que nacer del corazón»]
Creo que todo lo que hacemos debe tener nuestra esencia, debe partir de un lugar auténtico en el cual nuestro principal objetivo sea ayudar al otro con las herramientas que tenemos, y sí, todos necesitamos comer y tener un ingreso pero si esa es nuestra única motivación al final veremos que hemos creado algo que no tiene espíritu, algo que tal vez nos de dinero pero que al mismo tiempo nos dejará vacíos.
¿Y porqué hago esta reflexión? No sé, tal vez es porque después de varios años de ver crecer a Cuatro Lunas me he dado cuenta de que tras bastidores hay muchas cosas que no se ven y también hay cosas que la gente asume sólo por lo que ve en los artículos o en mis redes sociales. Si bien yo vuelco toda mi energía en este proyecto y hago las cosas desde el corazón, también es cierto que es imposible ver el panorama completo desde afuera, además tengo que admitir que mi Mercurio Retrógrado de nacimiento hace que mucha ideas que tengo se terminen comunicando de una forma diferente a cómo las siento (este post es prueba de ello).
A veces quisiera escribir desde un lugar más cercano, más personal, así como siento que soy en la «vida real» pero cuando empiezo a escribir en el computador hay momentos en que se me cruza el cable de todas las cosas que he aprendido de marketing, redes sociales, SEO, diseño y entonces mi tono empieza a cambiar, igual dejo que las cosas fluyan como deben salir pero también es cierto que el resultado final no siempre es lo que quiero.
El punto es que siento que este proyecto me ha cuestionado, me ha mostrado el valor de hacer las cosas desde el corazón porque la autenticidad es importante y que honro más su esencia cuando también hago las cosas desde la mía.
También me he dado cuenta que Cuatro Lunas me ha enseñado que todos los proyectos tienen una parte que no se ve, que no es tan evidente hacia los demás y que incluso eso sucede con las personas, como dije arriba, las redes sociales y las nuevas formas de comunicarnos nos muestran sólo una cara de la moneda y eso no es que esté mal pero si no estamos alerta podemos perder de vista todo el panorama y mi propósito en estos días ha sido fijarme más en los detalles.
Todas estas reflexiones que he intentado plasmar acá me han llevado a planear mejor los planes que tengo a futuro en Cuatro Lunas, dentro de poco se cumplirán tres años del inicio de este proyecto y quiero que lo que venga siga naciendo desde el corazón y que así lo reciban quienes leen estas palabras, también haré algunos cambios en la regularidad de los artículos para poder ofrecer más calidad y cambiaré algunas cosas en mis redes sociales todo para seguir con esta idea de que este proyecto esté alineado con mi esencia.
Espero seguir contando con ustedes muchos años más y sobre todo espero que Cuatro Lunas también pueda estar mucho tiempo a su servicio.