Con la entrada de Venus en Virgo tendremos una energía que podrá ayudarnos un poco a centrar la energía del mes, a ver las cosas con un poco más de claridad y entender que lo que sucede hace parte de algo más grande, que no es un complot universal para que todo esté mal sino que es parte de un proceso de cambio que si bien puede ser complejo, también tiene un objetivo.

Este tránsito puede actuar como un ancla que nos permitirá ver hacia donde vamos, qué es lo que necesitamos mantener, qué energías están ahí para estructurarnos, porque además este año que ha tenido tanta energía de Capricornio y por lo tanto de Tierra, también nos ha pedido que nos centremos, que construyamos desde un lugar que puede parecer muy árido pero que tenemos que nutrir para que crezcan las semillas del futuro que queremos, así que será este Venus el que sostenga esa idea.