Llega otra retrogradación de Urano en el signo de Tauro, pero esta vez puede ser el inicio de un punto de conciliación ya que durante todo el año ha estado haciendo aspectos de tensión con Saturno, lo cual ha llevado a que se sienta esa tensión entre lo tradicional y lo nuevo, entre las ganas de cambio y de seguir en lo mismo de siempre, pero entonces ahora que los dos planetas estarán retrógrados tendremos la oportunidad de mirar esto a un nivel más introspectivo, hacernos las preguntas importantes, ver cuál es el cambio que realmente queremos, plantearnos cómo estamos abriendo ese nuevo camino, si realmente estamos pensando en todo los involucrados o sólo en nuestro propio bienestar.
Estamos ante un momento muy delicado que pide que saquemos lo mejor de cada uno de nosotros para construir algo que sea equitativo, que sea respetuoso y que piense en todos los actores involucrados, estas tensiones nos piden también que evaluemos cómo estamos actuando frente a la autoridad, frente a aquello que parece inamovible, si estamos siguiendo el mismo camino o si de verdad estamos gestando un cambio que sea beneficioso para todos.
A nivel personal, mira en tu carta el lugar donde se encuentre Tauro ya que es un área que se ha movido durante todo el año y lo seguirá haciendo hasta que se acabe, también es un área que se ha venido moviendo desde hace algunos años, tal vez de formas que parecen erráticas pero que al final lo que traerá será una renovación importante si permitimos que así sea.